ST. GEORGE — Por primera vez en años, los oponentes al aborto tendrán todo el impulso político cuando celebran su manifestación anual el Viernes en el National Mall en la capital de la nación.
La “Marcha por la Vida”, que se celebra cada año en Washington para conmemorar el aniversario de la decisión de la Corte Suprema de 1973 legalizando el aborto, tendrá uno de sus oradores de mayor nombre en años: el Vice Presidente Mike Pence.
Ni un presidente ni vice presidente se ha dirigido a la marcha, que ahora está en su 44º año. Uno de los principales asesores de Presidente Donald Trump, Kellyanne Conway, también figura en la lista de los oradores.
El Viernes por la mañana, U.S. Sen. Orrin Hatch envió un mensaje en vídeo dando la bienvenida a los participantes al evento.
Hatch dijo:
En una sola semana, nuestra nación ha tomado medidas significativas para proteger a los que no han nacido. Justo el Viernes pasado, un presidente pro-vida asumió el cargo, y no perdió tiempo en corregir los errores de la administración anterior.
Como una de sus primeras ordenes ejecutivas, Presidente Trump rescindió una póliza de la era de Obama que obligaba a los contribuyentes estadounidenses a financiar abortos en el extranjero. La Cámara entonces votó para hacer permanente la Enmienda Hyde, que protege aún más la conciencia de los estadounidenses pro-vida al prohibir el uso de dinero de los contribuyentes para el aborto.
Una nueva encuesta muestra que el pueblo estadounidense abrumadoramente apoya pólizas de sentido común.
Vine por primera vez al Senado después de Roe v. Wade, la infame decisión de la Corte Suprema de legalizar el aborto-a-pedido. Desde entonces, he estado luchando por la causa de la vida, y estoy verdaderamente alentado por el progreso que hemos hecho.
Hoy en día, una gran mayoría de los estadounidenses apoyan una amplia gama de restricciones sobre el aborto.
A pesar de que los defensores quieren hacer enemigos de los partidarios pro-vida, cerca del 80 por ciento de los estadounidenses creen que nuestras leyes pueden proteger tanto a la madre como a los niños no nacidos. En la marcha feminista del Sábado pasado, en medio de la hostilidad y enfado, un grupo de jóvenes llevaban carteles que leían Soy la generación pro-vida.
Hoy, miles de hombres y mujeres marcharan bajo esta bandera. Si bien nuestro movimiento tiene una causa real de celebración, todavía tenemos mucho trabajo por hacer.
Sé que siempre estaré a tu lado, luchando en nombre de los valores que queremos. Siempre voy a defender la vida, y nunca voy a ceder en mi compromiso con el nonato.
Los organizadores de la “Marcha por la Vida” dijeron al Servicio Nacional de Parques en su solicitud de permiso que esperaban 50.000 participantes. Sin embargo, Trump insistió en la víspera de la manifestación de que la multitud sería mucho más grande, diciendo “mucha gente va a venir”.
“Sabes, la prensa nunca les da el crédito que merecen”, dijo Trump a los Republicanos reunidos en Philadelphia. “Tendrán 300, 400, 500, 600 mil personas. Ni siquiera lo leerás. Cuando aparecen otras personas, lees mucho sobre eso. ¿Verdad? Por lo tanto, no es justo, pero nada es junto sobre los medios de comunicación”.
Uno de los primeros actos oficiales de Trumps después de asumir el cargo hace una semana fue firmar una orden ejecutiva que prohibía la ayuda estadounidenses a grupos extranjeros que proporcionan abortos.
En el Congreso, las mayorías Republicanas en ambas cámaras están prometiendo poner fin al financiamiento federal de Planned Parenthood, que proporcionó más de un tercionde los abortos del país en 2014. También esperan prohibir la mayoría de los abortos después de las 20 semanas de embarazo. Trump ha prometido firmar ambas medidas si llegan a su escritorio.
Hace menos de un año, con el cierre del segundo mandato de Barack Obama, las cosas eran marcadamente diferentes. La Corte Suprema anuló las estrictas regulaciones de Texas sobre las clínicas de aborto como una interferencia con el derecho constitucional de una mujer a terminar un embarazo. Y con las encuestas que en el momento sugiriendo que Hillary Clinton probablemente derrotaría a Trump, los opositores al aborto se preocuparon por una era de mayorías liberales en la corte.
“El horizonte parecía sombrío para el movimiento por-vida”, dijo Jeanne Mancini, presidenta de la Marcha por la Vida.
Mancini sugirió que muchos votantes eligieron a Trump en gran medida porque se comprometió a nombrar a un juez de la Corte Suprema que compartía sus opiniones sobre el aborto, incluso si no estaba de acuerdo con él en otras cuestiones.
“No me identifico como Republicano o Democrata pero sí voto a favor de la vida”, dijo Mancini.
Los opositores al aborto también fueron alentados por un estudio reciente que encontró que el número de abortos en los Estados Unidos cayó por debajo de 1 millón en 2014, el total más bajo en 40 años. El informe del Instituro Guttmacher, que apoya los derechos al aborto, acredita un mayor acceso al control de la natalidad, pero también a un aumento de las restricciones al aborto en muchos estados.
Los estadounidenses siguen profundamente divididos sobre el aborto.
La última encuesta de Gallup, publicada la primavera pasada, encontró que el 47 por ciento de los estadounidenses se describieron como pro-elección y el 46 por ciento como pro-vida. También encontró que el 79 por ciento cree que el aborto debe ser legal en algunas o en todas las circunstancias.
Ilyse Hogue, presidenta de NARAL Pro-Choice America, dijo que la encuesta muestra por qué los partidarios al aborto no deben desesperarse. También dijo que los Republicanos estaban tomando acciones que resultarían en más abortos ilegales y muertes de mujeres embarazadas.
“La mayoría de los estadounidenses apoyan Roe v. Wade y apoyan el derecho legal al aborto”, dijo Hogue.
La marcha del Viernes se produce menos de una semana después de una de las mayores manifestaciones en la historia de la ciudad, “Women’s March on Washington”, que atrajo a más de medio millón de personas en contra de Trump en temas como el aborto.
En St. George, más de 1.400 personas tomaron parte en una marcha hermana a la de Washington. Muchos de los participantes que hablaron a Noticias St. George dijeron que habían aceptado a Trump como presidente y estaban dispuestos a darle una oportunidad. Uno de ellos fue Dallas Henry, promotor y coordinador de la clínica de Planned Parenthood en St. George.
“Estamos aquí para nuestra comunidad”, dijo Henry, “y vamos a marchar juntos en solidaridad con nuestras hermanas en Washongton… Nosotras, como mujeres, estamos unidads y le damos a (Trump) esa oportunidad, y lo vamos a responsabilizar no importa qué”.
Mancini dijo que originalmente también había planeado participar en la Women’s March on Washington hasta que los organizadores retiraron a un grupo contra el aborto como socio oficial. Ella dijo que el fracaso de aceptar diferentes puntos de vista sobre el aborto fue una oportunidad perdida.
La Marcha por la Vida generalmente se celebra en el aniversario de la decisión de la Corte Suprema en 1973, 22 de Enero, pero este año fue retrasada debido a la inauguración de Trump.
El reportero Ben Nuckols de Associated Press y la reportera de Noticias St. George Hollie Reina, contribuyeron a esta historia.
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