ST. GEORGE — Una mujer fue arrestada el Sábado en St. George por múltiples presuntos delitos graves después de una parada de tráfico donde los agentes sospechaban que la sospechosa conducía bajo la influencia del alcohol.
Según los documentos de acusación presentados ante el tribunal, poco antes de las 8:30 p.m. del Sábado, un oficial se puso detrás de un vehículo que viajaba hacia el norte por Dixie Drive para efectuar una parada tráfico luego de observar que el conductor no podía mantener su carril.
El conductor estaba “virando bruscamente dentro y fuera de su carril en más de la mitad de la longitud de un automóvil, casi esquivando los vehículos que circulaban a su lado”, relató el oficial en el informe.
El oficial también señaló que vio a la mujer hacer movimientos furtivos hacia el lado del pasajero del vehículo, como si intentara ocultar algo.
Cuando el oficial encendió sus luces de emergencia, dijo que la conductor a”me miró a través del espejo del lado del conductor y continuó conduciendo” durante casi 2 millas antes de que ella parase a un lado de la carretera y se detuviera.
La conductora le dijo al policía que estaba manejando de un lado a otro de los carriles la carretera y luego no se detuvo porque estaba “con su teléfono” y no pudo ver las luces del oficial.
El oficial señaló en su informe que los ojos de la conductora parecían inyectados en sangre y llorosos, y que su habla era arrastrado mientras continuaba “teniendo problemas para formular sus oraciones”. La mujer también les dijo a los oficiales que tenía a su hija de 5 meses con ella.
El oficial regresó a su vehículo de patrulla para verificar la licencia de conducir de la mujer a través de la centralita y descubrió múltiples involucramientos previos de drogas con la policía y arrestos previos por DUI, junto con órdenes de arresto activas de fuera del Condado de Washington.
Una vez que llegó soporte, el oficial le dijo a la conductora, identificada como Teanna Kathleen Hinkle, de 37 años, de St. George, que estaba “preocupado por lo que estaba viendo”, que fue cuando le pidió que saliera del auto para una prueba de sobriedad, que, supuestamente, falló.
Inicialmente, Hinkle fue detenida por las órdenes de arresto y el DUI. Supuestamente, también admitió ante la policía que había contenedores abiertos de alcohol en el vehículo, y posteriormente, los agentes encontraron seis contenedores abiertos durante un registro del automóvil.
También durante el registro, según el reporte, los oficiales encontraron una cantidad medible de una sustancia similar al cristal blanco consistente con metanfetamina, múltiples recetas de sustancias controladas de diversos tipos, así como marihuana y parafernalia.
El oficial también notó que una vez que estaba dentro del vehículo, detectó un fuerte olor a marihuana. “El bebé estaba dentro del vehículo y estaba expuesto a él”, señaló en el informe.
Además, las drogas y la parafernalia se encontraron en lugares de fácil acceso para el niño, lo que viola el código de peligro infantil de Utah.
Más tarde, cuando el oficial intentaba alzar a la niña del asiento del automóvil para sacarla del vehículo, descubrió que no estaba asegurada en el asiento trasero del automóvil.
Hinkle fue transportada al Purgatory Correctional Facility y se le acusó de varios cargos, incluidos cinco delitos graves de tercer grado: tres cargos de posesión de una sustancia controlada, causar o permitir que el niño esté expuesto a una sustancia controlada y no responder al comando de un oficial. También se enfrenta a conducir bajo la influencia con un menor en el vehículo, abrir un contenedor de alcohol en el vehículo y parafernalia y posesión de marihuana, cada uno un delito menor.
La sospechosa permanece bajo custodia bajo fianza de $10.000
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