Nuevos recursos para estudiantes con dislexia

ST. GEORGE — Los recursos muy necesarios para estudiantes que luchan con la dislexia pronto estarán disponibles en el Sur de Utah gracias a una nueva organización sin fines de lucro llamada Reading for Life Southern Utah.

Según las estadísticas del Centro de Dislexia de Utah, uno de cada cinco estudiantes o sobre un 20 por ciento de la población estudiantil tiene una discapacidad de aprendizaje basada en el lenguaje; la más común entre ellas es la dislexia.

Pero por lo común que es la dislexia, los recursos para los estudiantes y sus padres son escasos en St. George. Actualmente no hay pruebas de dislexia ofrecidas en el área, hay muy pocos tutores privados y no hay grupos de apoyo.

Reading for Life espera cambiar todo eso al proporcionar fondos para que los educadores se conviertan en tutores certificados de dislexia que luego podrán ofrecer clases particulares asequibles para estudiantes con dislexia del Sur de Utah. La organización también espera aumentar la conciencia sobre la dislexia y proporcionar más recursos y apoyo a los niños y a sus padres.

Sobre Reading for Life

Reading for Life fue fundado por padres locales que tienen estudiantes que han sido diagnosticados con dislexia. Es la angustia personal de ver a sus propios hijos luchar para aprender a leer, junto con una falta de recursos para poder ayudarlos que actuaron como los catalizadores para iniciar la organización sin fines de lucro.

En el 2014, la hija de siete años y medio de Angela Mackay co fundadora de Readig for Life, fue diagnosticada con dislexia y transtorno de déficit de atención. Pero el diagnóstico fue solo el principio del viaje para Mackay y su hija.

A Mackay se le dijo que había unos pocos enfoques multisensoriales basados en evidencia para ayudar a los estudiantes diléxicos a aprender a leer y a deletrear, entre ellos el enfoque de Orton Gulligham y el Wilson Reading System, pero el problema era encontrar un tutor certificado para enseñar los programas.

“Nos sorprendió que no pudimos encontrar ningún tutor certificado en el Condado de Washington”, dijo MacKay, agregando que terminaron contratando un tutor de Las Vegas que dirige las sesiones a través de Facetime.

La hija de MacKay ha sido enseñada a través de Facetime dos veces a la semana por dos años y medio. La tutoría ha sido muy exitosa para la hija de MacKay, pero ha venido con un fuerte precio, los MacKays han estado pagando $60 a la semana por más de dos años.

Uno de los principales enfoques de Reading for Life es encontrar educadores que vivan en el Sur de utah que estén interesados y que estén dispuestos a ser tutores certificados de dislexia. La organización, envió recientemente a cuatro maestros a la University of Utah Reading Clinic para asistir a un entrenamiento de tres días en el Wilson Reading System. Luego los educadores harán una práctica intensiva de un año durante el año escolar del 2017-2018 para obtener la certificación.

Es la esperanza de los fundadores de Reading for Life que estos maestros no solo podrán ayudar a los estudiantes en sus salones de clases, sino que estarán dispuestos a hacer sesiones privadas de tutoría. Aunque Mackay dijo que no pueden dictar cuanto cobraran, esperan que sea asequible para la mayoría de los padres que tienen estudiantes con dislexia.

A pesar de todo para los MacKay el precio ha valido la pena.

“La incapacidad de leer afecta a un niño (o adulto) de muchas maneras”, dijo MacKay.

Los estudiantes que se esfuerzan por leer a menudo vacilan en otras materias porque no pueden seguir sus libros de textos y terminan retrasándose, dijo MacKay, agregando que uno de los efectos secundarios más perjudiciales es la baja autoestima y la depresión.

La co-fundadora de Reading for Life, Melissa Miller lo atestigua. En el 2016, la hija de Miller fue diagnosticada con dislexia, transtorno por déficit de atención con hiperactividad y depresión severa.

Miller dijo:

Mi hija empezó a mostrar signos de dislexia antes de que comenzara el Kindergarten. Si hubiera sabido qué buscar, creo que podría haberle ahorrado a ella y a mi también mucha angustia. Se hizo evidente al final del Kindergarten que algo no estaba haciendo clic. Ella era incapaz de hacer muchas de las tareas simples , como la rima o pondría sus propias palabras que coincidieran con las imágenes del libro en lugar de leer lo que deletreaban las palabras reales. Nos dijeron en varias ocasiones que los niños aprenden a su propio ritmo y que no deberíamos alarmarnos, pero para el tiempo en que estaba en segundo grado, su habilidad de lectura estaba apenas en el nivel de Kindergarten. No solo estaba leyendo por debajo del nivel del grado, también matemáticas y ciencias.

A mediados de primer grado fue cuando (mi hija) comenzó a notar que era diferente de los otros estudiantes de su clase. No mucho después de eso, fue cuando me dijo lo estúpida que era y ella deseó que ni siquiera hubiera nacido. Una madre nunca está preparada para escuchar eso de su hijo. Mi corazón estaba roto y ella estaba tan triste.

Miller dijo que le tomó casi dos años para obtener un diagnosis correcto y comenzar el camino para ayudar a su hija a leer. Mille puedo encontrar una tutora para su hija que vive en el Sur de Utah, pero la tutora está tan abrumada con solicitudes que está rechazando estudiantes, dijo Miller.

Parte de la razón por la razón por la que fue tan difícil para Miller y MacKay para determinar  por que sus hijas estaban luchando es debido al hecho de que la mayoría de los planes de estudio de la escuela, incluso en educación especial, intencionalmente diseñados para satisfacer las necesidades de aquellos que están en mayor riesgo de no aprender a leer, dijo Stacey Larson, maestra del Distrito Escolar del Condado de Washington. Larson es parte del primer grupo de educadores que Reading For Life están financiando el entrenamiento.

Larson dijo que ella siempre ha sido una firme creyente de que cada niño puede aprender, pero algunos no aprenden de la misma manera o al mismo tiempo y que a veces es una cosa difícil en un entorno escolar.

Larson ha enseñado en en Distrito Escolar en el Condado de Washington por 14 años y ha enseñado segundo, tercero y cuarto grado, así como educación especial. Ella está emocionada de aprender el Wilson Reading System precisamente porque está diseñado intencionalmente y específicamente para esos estudiantes que más se esfuerzan en aprender a leer.

“Nos da, como educadores, herramientas adicionales que nos permiten ser óptimamente eficaces con nuestra instrucción para que cada niño llegue a ser un lector consumado y alumno de por vida”, dijo Larson.

La práctica de un año representa un compromiso significativo de tiempo, dijo Larson, pero también representa un compromiso significante de dinero, por lo que Larson está muy agradecida por Reading por Life por concederle esta oportunidad.

“Es una oportunidad increíble para nosotros y para nuestros estudiantes”, dijo Larson.

Como una organización sin fines de lucro, Reading for Life depende de las donaciones y esfuerzos de recaudación de fondos para poder continuar su misión de sensibilización sobre la dislexia y proporcionar recursos y apoyo a los estudiantes y a sus padres. Cualquier persona que desee participar puede contactar Melissa Miller en [email protected] o Angela MacKay en [email protected].

Recursos

 

Email: [email protected]

Twitter: @STGnews

Copyright St. George News, SaintGeorgeUtah.com LLC, 2017, all rights reserved.

Free News Delivery by Email

Would you like to have the day's news stories delivered right to your inbox every evening? Enter your email below to start!

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *